Determinadas personas presentan un comportamiento paradójico. Me refiero a que, habiendo recibido malos tratos físicos y/o psicológicos durante la relación de pareja, casi siempre mantenidas a lo largo del tiempo, quieren mantener esta a por encima de todo.
Frecuentemente, la persona maltratadora es la que decide romper dicha relación, ya sea porque se ha cansado de humillar a su pareja, o bien, porque pretende seguir maltratándola psicológicamente.
Lo paradójico es que el maltratado, en lugar de sentirse aliviado por la ruptura de la relación que le hace sentirse desgraciado y que mina considerablemente su autoestima, intenta desesperadamente restablecer la misma, luchando por ella aunque eso suponga que el maltrato se mantenga en el tiempo.
La dependencia emocional convierte el amor en un suplicio, algo que tendría que ser muy bonito se convierte en algo horroroso que consume poco a poco al dependiente.
Es algo así como una adicción sin sustancia, es decir, como puede ser el juego patológico o la adicción a internet. En este caso estaríamos hablando de adicción al amor, a esa relación que sabes que te está haciendo daño y que, sin embargo, quieres mantener por encima de todo.
Como en cualquier adicción, el tratamiento es complejo, ya que de lo que se trata es de alejar al paciente de lo que más quiere, de lo que depende, que en este caso se trata de una relación de pareja perniciosa y destructiva para él.
Pero, ¿Por qué una persona se convierte en dependiente emocional? ¿Por qué los dependientes emocionales eligen como pareja a un tipo de personas que las humillan y las maltratan, tanto física como psicológicamente? Pues la respuesta está en la historia de vida, en el tipo de relación que se ha tenido con las figuras de referencia, es decir, en el tipo de amor que conoce la persona. En ocasiones entendemos el amor tal y como lo hemos conocido cuando éramos pequeños. Aquellas personas que recibieron por parte de sus figuras de referencia, indiferencia, desdén, o incluso malos tratos; probablemente buscarán personas que les aporten ese tipo de "amor" que ellos conocen, un amor parecido al que han recibido de su figuras de apoyo durante su historia vital. Sin embargo, rechazan a aquellas personas que las tratan bien, que les pueden aportar una vida plena, simplemente porque no se sienten atraídas por estas personas, porque les ofrecen un tipo de amor que ellos no conocen y por el que no sienten ninguna atracción.
